domingo, 9 de diciembre de 2012

Nos vamos



Bebo Valdés
A Don Ramón Emilio Valdés Amaro se le olvidó la vida en esa excursión última a través de la peor de las enfermedades degenerativas. Así, sin más, se apagó y se llevó consigo toda la nostalgia acumulada de su islita, aquella del Caribe que vió la luz de su música, su piano, sus amigos y aquel mambo rumboso llamado La rareza del siglo. Luz delicada del extraño rincón, para un cubano, al que fue a parar: Suecia y los mares del norte. Cuando la vida se pone antojadiza se convierte en parodia y en Don Ramón Emilio Valdés todo fue una pantomima burlona. Como las caderas del Babbaro del Ritmo, Benny Moré, con quien disfrutó cuando todo era mucho más real y natural. Hijos, nietos y demás familia ya le perdieron hace muchos, demasiados años. Ahora lo perdió el mundo y uno se pregunta si eso es más importante.

Donald Byrd
Artífice de la gran eclosión del funky-jazz a finales de los sesenta y de su hora felíz en los setenta, Byrd se desmarcó, como Miles Davis, del bop para llegar cuanto antes a los jovenes, para saborear los nuevos sonidos electrónicos y disfrutarlos en conciertos y sesiones alejados de la ortodoxia y la exigencia. Academico, virtuoso y continuamente reinventado, de él provienen los primeros grandes encuentros con la música que suplicaban los nuevos hijos del soul. Donald supo lo que era tocar con John Coltrane o Thelonious Monk, para eso se había iniciado en los Messengers de Art Blakey, y le había dado un repaso significativo a las ventas de Blue Note, el sello de los sellos del jazz con Black Byrd, uno de esos discos que aún suenan como recientes: brillantes, esplendorosos. Su discografía es numerosa, su evocación siempre será la del mejor funk, su nombre hace tiempo que está en los libros del jazz más moderno. Ni siquiera hacía falta que se muriera.


Dave Brubeck
A los 91 años y a consecuencia de un infarto. Con una última presencia, junio de 2010, en el Blue Note de NYC. Grande entre los grandes y con dos obras inolvidables: Time Out, en 1959 o Blue Rondo a la Turk. Su Take Five quedará para los restos. Gracias a ese tema, a Paul Desmond, Gerry Mulligan, Stan Getz..., el jazz se hizo un poco más popular, siguiendo la senda marcada por Duke Ellington o Louis Armstrong. Cuando mueren los grandes y recibimos la noticia la música de jazz se eleva y flotamos en otras dimensiones. Sirva de consuelo ese legado para el resto de nuestros días.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Historia de jazzalbacete, el Festival




Hace 24 años, en la vieja sala de la Casa de la Cultura, precisamente en la misma calle Isaac Peral donde tiene su ubicación actual, a muy pocos metros del Teatro Circo, comenzaba la andadura el Festival Internacional de Jazz de Albacete. Tete Montoliú fue el inolvidable maestro de ceremonias (aún repetiría dos veces más) de aquella histórica jornada.  Art Blakey, Stephan Grapelli, Phil Woods, Tony Williams, Johnny Copeland, Kenny Burrell, Jimmy Smith, Ahmad Jamal, Tommy Flanagan, Ray Barretto, entre muchos mas, seguirían al maestro catalán en los años posteriores, hasta la llegada de la década de los noventa, cuando la insuficiencia presupuestaria municipal aconsejó tomar unas vacaciones que durarían prácticamente hasta su reaparición en 2001, ya bajo el nombre actual de jazzalbacete y la participación del consorcio  Cultural Albacete como organizador del Festival.


Sin embargo, desde su reaparición en 2001, el festival ha sumado otros estímulos que le otorgan una configuración más completa:

- Un club (el Café Nido de Arte fue el primero y el gran club recordado de aquellas primeras colaboraciones) donde cerrar la noche de cada espectáculo con otras actuaciones de alto nivel, pero con el formato adecuado.
- Actuaciones y espectáculos callejeros que provocan una participación indirecta de la propia ciudad.

- Exposiciones fotográficas en torno al mundo del jazz realizadas por artistas profesionales.
- Incorporación de la provincia al programa del Festival.
- Organización de master classes, donde figuras de talla internacional intercambian técnicas con los músicos de la ciudad.
- Y la siempre pretensión de la participación de empresas colaboradoras en la sponsorización del Festival, lo que aumenta sensiblemente las posibilidades del mismo.


Todo ello conforma un ambiente general que envuelve la ciudad y la provincia durante unos días, la engalana y viste de jazz, le dibuja ésa sonrisa gratificante que acompañará siempre a la música del siglo XX.
Al Di Meola,  Georgie Fame, Kenny Garrett. Gerardo Núñez & Perico Sambeat, The Bad Plus, Michel Camilo, Ramón Cardo Big Band, James Carter, Chick Corea, Brad Mehldau, Lucky Petterson, Mike Stern, Richard Bona, Dennis Chambers, Medesky, Martin & Wood, Marcus Miller y muchos más han sido en los últimos años sus principales protagonistas.




Desde 2003, el Festival tiene su escenario principal en el Teatro Circo de Albacete  (aún se recuerdan aquellos escenarios tan variopintos como los cines Carretas, Capitol, Carlos III, hasta la inauguración del Auditorio Municipal, ubicado en el nuevo edificio consistorial en 1986. Precisamente ese nuevo Auditorio se inauguraría en la primera jornada del Festival aquel mismo día, con la participación de la Chicago Blues Festival).

El cine sigue estando presente, desde hace unos años con la colaboración de la Filmoteca de Albacete, y la proyección de filmes que guardan una relación directa con el jazz: Bird, de Clint Eastwood o Lady Sings the Blues, de Sidney J. Furey, son ejemplos entre otra muchas movies de jazz que se han proyectado.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Las Fotos de jazzalbacete

Con la denominación de origen jazzalbacete. Y el trabajo de los fotógrafos locales, Manuel Podio y J.A. Sotos, que se inmiscuyeron de una manera o de otra en cada concierto, en cada ensayo o tomas de sonido y la sensibilidad de captar el instante preciso en cada toma.

Dave Holland
Chano Domínguez y L. Fortuny
Josuah Redman
James Carter
Chic Corea
Brad Mehldau
Alex Blake
Alex Blake



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Cine y Jazz


Algunas de las películas que han pasado por el Festival. Colaboración especial, siempre, de la Filmoteca de Albacete:


Black and Tan.
Dudley Murphy, con Duke Ellington y su orquesta del Cotton Club. 1929. USA. B/N. Duración: 18’.
Esta película supuso la primera aparición de “El Duque” en el cine. El cortometraje comienza con Duke en su apartamento, sentado al piano y enseñando un nuevo tema con su trompetista Arthur Whetsel. El artista conocerá a una bailarina con problemas de salud a la que intentará ayudar


Jazz Hot
Documental, con Django Reinhardt y Stéphane Grapelli. 1939.
GB. B/N. Duración: 6’.

Cotton Club. Francis Ford Coppola. 1984Duración: 127´
Richard Gere, Gregory Hines, Diane Lane, Bob Hoskins, James Remar, Nicolas Cage, Gwen Verdon, Maurice Hines, Laurence Fishburne. Guión: William Kennedy y Francis Ford Coppola..
Magnífica película ambientada en el barrio negro de Harlem en New York y el club mas elegante de dicho distrito: El Cotton Club. Por aquella época de gansters, drogas, alcohol y Jazz, Duke Ellington hacía historia en aquel club de blancos en un barrio negro. Francis Ford Coppola, reconstruyó minuciosamente cualquier detalle del Cotton Club, hasta dejarlo tal y como había sido en realidad.


Mo´Better Blues. Spike Lee. 1991
Alice, la viuda de John Coltrane, impidió que se titulara A Love Supreme. No obstante la referencia a dicha obra maestra es continua en un filme que trata de aspectos como la amistad, el amor, la familia y, en definitiva, la posición a ocupar en la vida.
Todo ello en una Nueva York afro-americana de principios de los noventa, bajo la peculiar visión del siempre polémico Spike Lee y rebosante de jazz, a cargo del trompetista Terence Blanchard y su excelente quinteto (Branford Marsalis, Kenny Kirkland, Robert Hurst y Jeff "Tain" Watts). Las impecables interpretaciones de Denzel Washington y Wesley Snipes, la realización colorista de Lee y la intensidad de la música se funden con la tensión del drama en una obra redonda-

Round Midnight, de Bertrand Tavernier (1986)
Retrato en clave de drama documental de la figura y personalidad de Dexter Gordon, uno de los saxofonistas más importantes del siglo XX. Herbie Hancock ganó el Oscar 1987 a la Mejor Banda Original. Si a esto añadimos las participaciones de Gordon y Hancock en la película y la especial sensibilidad de Tavernier con el
jazz, la película se convierte en una pequeña obra de arte.


The Young Man with a Horn, de Michael Curtiz (1950)
Ligeramente inspirada en la trágica vida del músico de jazz Bix Beiderbecke, muerto a los 28 años tras una rápida carrera que acabó en el alcoholismo.
Con las interpretaciones sublimes de Kirk Douglas, Doris Day y Lauren Bacall y la dirección magistral de Michael Curtiz, esta película es un festival de y para la mejor, más vívida y mágica música de jazz. El legendario Harry James dobló las escenas de Douglas con la trompeta. Day añade otro si cabe más fino instrumento musical, su voz. Los aficionados del cine y de la música celebrarán haberse encontrado con este trompetista.

Sweet and Lowdown. Woody Allen. 1999
Con Sean Penn, Samantha Morton, Uma Thurman,etc.
Es la biografía falsa de Emmet Ray, quien muy bien podría haber sido el mejor guitarrista de jazz de la década de los treinta, después de Django Reinhardt, por supuesto. El mismo Allen aparece en la película, aunque no como actor sino como uno de las diversas personalidades reales (aficionados y críticos de jazz) que comentan la vida y el trabajo de Ray a lo largo de la película.


Kansas City. Robert Altman. 1996
Con Jennifer Jason Leigh, Miranda Richardson, Harry Belafonte y los músicos Nicholas Payton, Joshua Redman, Christian McBride y James Carter, entre otros.
Mientras que las calles de Kansas City eran el testigo mudo de una época de convulsión, crimen,  racismo y política en 1934, las paredes del Hey-Hey Club, presenciaban otra particular lucha, la de la primacía en el mundo del jazz. Vale la pena sólo por ver como figurantes a Joshua Redman o a James Carter, que un año después de su proyección en el Cine Capitol tocaba en Jazzalbacete (Teatro Circo).

Bird. Clint Eastwood. 1988
Con Forest Whitaker, Diane Venora, Michael Zelniker, etc.
Clint Eastwood opta por transmitir la vida mas atormentada y salvaje de Charlie Parker, conocido en el argot jazzístico como Bird. Es pues un Parker desde 1940, aproximadamente, con todo lo que conlleva de abusos de alcohol, drogas y abandono de su propia vida que termina en convertirse en un infierno. Premio al mejor actor en Cannes 1988 y Óscar al Mejor Sonido en 1989.


Lady Sings the Blues. Sidney Furey. 1972
Con Michel Legrand en la producción musical y Diana Ross como interprete principal.
Biografía de la trágica vida de la cantante de blues Billie Holiday, con sus triunfos y su decadencia. Billie Holiday, fallecida en 1959 a los 44 años de edad, pasa por ser una de las mejores intérpretes de la historia del jazz. En esta película, intensa biografía de la mítica cantante, Diana Ross, ex-componente del grupo The Supremes, da vida a la frágil y atormentada Lady Day, al tiempo que se repasan a algunos de los más famosos temas cantados por Holiday.

Calle 54, de Fernando Trueba. 2000
Con Paquito D´Rivera, Michel Camillo, Tito Puente, Chucho y Bebo Valdés, Gato Barbieri, etc.
Un homenaje al jazz latino, se estructura como un tapiz de sonidos e imágenes. Agrupando doce momentos musicales filmados en un estudio de Nueva York, Calle 54 elude su constitución en tanto género. A pesar de introducir elementos pertenecientes al documental, y a pesar de las declaraciones de su realizador intentando definir al film como un 'musical sobre la música', Calle 54 trabaja más sobre la fusión de líneas estéticas, que toman tanto del documental como del film-ensayo.

The Glenn Miller Story, de Anthony Mann (1954)
Clásico cine a la americana, donde Anthony Mann y James Stewart dan rienda suelta al melodrama para contar la vida de uno de los grandes del swing, Glennn Miller. La película tiende más a la búsqueda de emociones sentimentales que musicales, donde, no obstante, aparecen figuras míticas como Louis Armstrong, Gene Krupa, Barney Bigard o Ben Pollack, además del impresionante repertorio del músico.





Ray, de Taylor Hackford (2004)
Estamos hablando de un hombre, Ray Charles,  que sintetizó sus luchas, su dolor y su oscuridad personal con la misma efectividad con la que supo fundir en su arte una mirada de estilos musicales: el jazz, el rhythm & blues, el rock & roll, el gospel y el country.
Una película que supuso el Oscar de Hollywood 2005 al Mejor Actor a Jaime Foxx, pero que pese a su intensidad y su, previsible, interés pasó de puntillas por Albacete: sólo aguantó una semana en nuestra cartelera.